San Andrés y Providencia: Un paraíso en medio del mar caribe
En San Andrés podrás disfrutar de la playa, practicar deportes náuticos como el snorkel, snooba y buceo, actividades que te harán aprovecha del caluroso clima de la Isla, el cual oscila entre los 17ºC y los 33ºC.
Un lugar perfecto para el ecoturismo, en un mar cristalino que alberga una diversa vida marina de peces coloridos y corales rebosantes de vida que encantan a los viajeros. En este hermoso lugar te arriesgas a vivir tardes de playa y compras en el puerto libre, noches llenas de música y baile sin olvidar la calidez de los isleños.
Este destino es sin duda uno de los lugares que llega al alma de los viajeros por la belleza de sus paisajes, la calidez de su gente y la magia de la naturaleza.
Una experiencia única es visitar Johnny Cay. A este lugar podrás llegar después de 15 minutos a bordo de una lancha que navega sobre las aguas tranquilas del mar de San Andrés.
La isla de Johnny Cay es famosa por sus playas, como Bahía Sardina, que cuenta con una arena blanca que abraza el verdor de las palmeras y, bajo ellas, una sombra fresca en la cual se prueban exquisitas mojarras fritas con plátano y deliciosos cocteles, como el tradicional Cocoloco. Las playas son perfectas para caminarlas hasta darle la vuelta a la isla; en algunas áreas, sobresalen exóticos corales que crean unos hermosos pozos de agua.
Otra gran experiencia consiste en conocer las islas de Providencia y Santa Catalina, calificadas cariñosamente como ‘El tesoro escondido del Caribe occidental’ por su belleza natural y su riqueza marina.
En Providencia y Santa Catalina, podrás disfrutar de increíbles paisajes, playas hermosas y divertidas jornadas de buceo.
Por último, deléitate con los sabores típicos del Archipiélago, como los mariscos, los pescados, la torta de plátano y las empanadas de cangrejo.
En este pequeño paraíso las influencias de ingleses, españoles, piratas y corsarios se mezclaron con el pueblo afro para dar como resultado una cultura de mucha riqueza. De hecho, seguramente escuches a los lugareños hablar creole, una particular mezcla de inglés isabelino, español y dialectos africanos.